¿En qué consiste el efecto submarino y por qué pone en riesgo nuestra seguridad?
El uso del cinturón de seguridad es indispensable para para garantizar nuestra seguridad en el interior del vehículo. Este sistema de seguridad pasiva es básico, pero debemos prestar atención no solo a su uso sino también a su correcta colocación. De lo contrario se pueden producir graves consecuencias, como el denominado efecto submarino.
Este efecto sucede cuando, al producirse un choque, la persona se desliza por debajo del cinturón de seguridad, lo que puede provocar incluso que salga despedido del coche, aunque lo más habitual es que la persona se golpee contra el volante, el salpicadero o la parte inferior del coche, según explica la DGT. Las principales causas para que se dé este efecto son dos: por una pérdida repentina de impulso en el automóvil y debido a una mala colocación del respaldo del asiento (por estar inclinado para atrás), de tal manera que el conductor o el ocupante van demasiado tumbados.
Algunas de las lesiones que ocasiona este situación son fracturas óseas en el abdomen, en la médula espinal o hemorragias internas. Por desgracia no hace falta que el impacto sea demasiado grave o se produzca a altas velocidades para que el efecto submarino se dé.
Con el fin de evitar al máximo el efecto submarino, el conductor y los pasajeros deben ajustarse correctamente el cinturón de seguridad para obtener la retención adecuada. El objetivo es que este no quede demasiado holgado. Tampoco está recomendado el uso de cojines para acomodarse en el asiento ni otros accesorios similares.
La DGT lo resume en seis reglas de oro:
1.Colocación correcta: la banda que recorre el cuerpo en diagonal debe quedar situada por encima de la clavícula, es decir, entre el hombro y el abdomen. Y la banda horizontal, por debajo del abdomen.
2.Que no quede enrollado: no olvides comprobar que las bandas no están enrolladas o torcidas cuando te lo abroches.
3.El ajuste adecuado: no debe ajustarse demasiado, pero sobre todo que no quede con holguras. Esto se consigue tirando un poco hacia arriba de la banda que cruza el cuerpo en diagonal.
4.Cuidado con las prendas voluminosas: especialmente los abrigos, la ropa abultada tal vez entorpezca la correcta posición del cinturón. Por supuesto, nada de sujetar las bandas con pinzas ni acomodarse con cojines o similares.
5.La posición del asiento: asegúrate de llevar el respaldo en un ángulo recto. En una posición inclinada no solo favorece el efecto submarino, también un estrangulamiento en caso de accidente.
6.Buen mantenimiento: cuando pasas la ITV, los técnicos comprueban el buen estado del cinturón de seguridad, de sus anclajes. En el caso de que sufras un golpe, la DGT aconseja cambiarlo porque puede haber desperfectos tanto en las bandas como en los anclajes.
