¿Qué son los sistemas de seguridad pasiva de tu vehículo? Descúbrelo con Volvo

Cuando se habla de la seguridad en el vehículo, se suele hacer en términos de «seguridad activa» y «seguridad pasiva». Esto se hace para diferenciar entre los diferentes sistemas de seguridad según el momento en que entran en acción para proteger a las personas y otros ocupantes del vehículo.
Para entender qué es seguridad pasiva, explicaremos ambos conceptos antes de entrar en materia. La seguridad pasiva comprende todos los sistemas que se ocupan de proteger a los ocupantes una vez que sucede un siniestro; la seguridad activa la compone todos aquellos que se encargan de prevenir dicho siniestro.
Existen multitud de sistemas y elementos de seguridad pasiva. Los hay más sencillos, más elaborados, pero son muchos. Son todos los sistemas o elementos del coche que nos protegen cuando se da una colisión, es decir, cuando los sistemas de seguridad activa no pueden hacer nada por evitar el accidente, y este se produce.
Hay que decir que, en el caso de que los sistemas de seguridad activa no hayan podido evitar el accidente, muy probablemente habrán contribuido a reducir mucho su gravedad.
Por tanto, podemos identificar los siguientes elementos de seguridad pasiva:
-El cinturón de seguridad, sin duda el más reconocible de todos los elementos de seguridad del coche y el invento que más vidas ha salvado desde su creación hace más de 60 años.
-El airbag. Este elemento de seguridad pasiva se combina con el cinturón de seguridad para una efectividad máxima. Por supuesto, existen muchos tipos de airbag, cada uno con una función específica.
-Los reposacabezas, elementos de seguridad muy imprtantes, sobre todo, cuando se da una colisión por alcance. Un reposacabezas bien colocado minimiza la posibilidad de sufrir el temido latigazo cervical.
-Los vidrios del coche (ventanillas, parabrisas, luna trasera…). Hoy, estos vidrios son laminados, lo que significa que, en caso de rotura, no son tan susceptibles de romperse en «mil pedazos» y cortar a los ocupantes del vehículo.
-El chasis y la carrocería del coche. El objetivo principal de estos dos elementos del vehículo es conseguir habitáculos indeformables, o lo menos deformables posible y chasis capaces de absorber los impactos, tanto frontales como laterales, gracias a su propia deformación y rotura. Cuando un material se somete a tensión mecánica (por ejemplo, por una colisión) pueden suceder dos cosas, simplificando: o bien aguanta y transmite dicha tensión a otro elemento (el cuerpo humano), o bien se rompe, disipando la energía de la colisión. Al romperse la carrocería, nos está protegiendo.
-Otros sistemas de seguridad pasiva son los sistemas de retención infantil, las estructuras deformables para proteger a los peatones en caso de atropello, o el corte de inyección tras un accidente, que minimiza el riesgo de incendio.