¿Cuándo cambiar el tubo de escape de tu Volvo?

En nuestro vehículo, el sistema de escape se encarga de sacar los gases tóxicos (monóxido de carbono) que genera la combustión de gasolina o gasoil y de depurarlos mediante el convertidor catalítico o catalizador.
Una vez que ese gas es mucho menos contaminante, éste es expulsado de forma controlada al aire mediante el tubo de escape. Sumado a esto, esta estructura integra un silenciador que amortigua el sonido provocado por el motor con la combustión y controla la contrapresión producida por las válvulas del motor. Este sistema es una parte muy importante de un vehículo, ya que contribuye al óptimo rendimiento del motor.
El principal enemigo del sistema de escape es la oxidación que puede dañar esta estructura de diferentes maneras. Otro de los peligros más habituales es la corrosión que da lugar a fugas. Si el monóxido de carbono que se genera por la combustión en el motor se filtra a la cabina del coche, se pone en peligro la salud de los ocupantes del vehículo.
El catalizador suele cambiarse cada 80.000-100.000 kilómetros y su precio puede alcanzar los 700 euros en los coches de alta gama. Con la crisis se han disparado los robos de esta pieza metálica del sistema de escape por sus materiales, especialmente por el platino y también por el paladio y el rodio que contiene. Si te sustraen el catalizador, no podrás circular sin él, la ley obliga a llevarlo.
Aunque sin el catalizador el vehículo funciona, provoca algunos desajustes, como el incremento del consumo de carburante y, sobre todo, el de emisiones de gases contaminantes, ya que este componente se encarga de reducir estos gases nocivos para la salud.
En Volvo Cars tenemos el compromiso de reducir las emisiones en toda nuestra cadena de valor, incluidas las que provienen del tubo de escape de nuestros automóviles: nuestro objetivo es reducirlas a la mitad para 2025 a través de versiones electrificadas de todos nuestros modelos, con el XC40 Recharge y el C40 Recharge completamente eléctricos, que no producen emisiones de escape porque no necesitan de un sistema de escape para funcionar.